Cuando era niña, tropezaba, caía, me levantaba y creía ser muy fuerte, me sentía tan grande. Cuando llegó la adolescencia, y con ella el primer amor, me lastimaron (como a muchas) pero nuevamente estaba de pie, seguía avanzando. Y así transcurrieron los años, a lo largo del camino llamado vida con muchos aciertos y desaciertos. Pero realmente conocí a la Sra. Fortaleza cuando después de convertirme en mujer, me convertí en Madre.. Si .. Madre!! Madre de un Ángel que se puso sus alas el 05 de febrero de este año, con tan solo cinco meses de haberlo acunado en mi vientre.
Esta vez si caí profundo en la oscuridad, me sentí golpeada, devastada, destrozada. Pensé que jamás saldría de ese sentimiento de vacío inexplicable que me corría desde la punta de los dedos hasta la última hebra de cabello. Dos semanas después aun con dolor en los huesos, me encontré escribiendo poemas, cartas y letras al cielo a través del Blog, entre a una comunidad para recibir apoyo y he terminado escribiendo y apoyando por medio de redes sociales, a las madres que como yo, transitan este inmenso dolor.
La Fortaleza nació en mí, soy más fuerte de lo que imaginaba (sí a veces me gana el llanto, pero vamos .. soy ser humano). Y de hoy en adelante quien se pregunte, de donde he sacado la fuerza para seguir adelante solo tengo una respuesta:
Ignacio es mi Fortaleza...
Elena. Es precioso! Me encanta cómo lo has descrito: Una maternidad diferente.
ResponderEliminarEs increíble la fortaleza que descubrimos en nosotros con cualquier tipo de maternidad.
BIENVENIDA DE CORAZÓN. Un placer leerte!!!
Muchísimas Gracias! Espero, el próximo jueves con ansias para volver a participar .. Me ha gustado mucho la iniciativa y espero pronto vivir la maternidad desde la compañía en la tierra y no solo desde el cielo.
EliminarElena, me encanta el homenaje que le haces a tu hijo querido en tu blog... Un abrazo.
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